domingo, 13 de noviembre de 2011

Los templos más antiguos del valle de Lima: El Paraíso del río Chillón, el de Garagay en San Martín de Porres, la Florida en el Rímac, Pampa de Cueva en Independencia, Las Salinas en El Agustino.

Lima, ciudad milenaria

Investigaciones y trabajos arqueológicos de los últimos 30 años han dejado al descubierto un proceso urbano que ocupa los valles de Lima de manera intensa y sofisticada desde hace por lo menos 4.000 años. Hoy esta información empieza a salir a la luz en la campaña de este Diario.

Por: Javier Lizarzaburu

“Después de descubrirse la agricultura, los pobladores de las aldeas construyen, cercanos a sus viviendas y a sus terrenos de cultivo, centros ceremoniales para adorar a sus dioses y albergar a sacerdotes que manejaban conocimientos de astronomía, de riego y de distribución del agua. Estos templos se extienden por todo el valle de Lima: El Paraíso del río Chillón, el de Garagay en San Martín de Porres, la Florida en el Rímac, Pampa de Cueva en Independencia, Las Salinas en El Agustino, etc.” (Juan Gunther, Jornadas de Lima).

Lima ocupa una posición única: pertenece a un pequeño grupo de ciudades alrededor del mundo que poseen arquitectura cuya antigüedad se cuenta en miles de años. A diferencia de aquellos otros lugares, aquí este legado es desconocido por la mayoría de la población.

El primer ejemplo de esta arquitectura monumental que se levanta en nuestros valles se remonta a unos 4.000 años: El Paraíso, en el distrito de San Martín de Porres, considerada la construcción más antigua.

Por otro lado, es cierto que, además del desconocimiento que existe, nuevos descubrimientos arqueológicos han obligado a los especialistas a revisar nociones pre-existentes.

REVISIÓN

El caso más representativo es Cajamarquilla, que durante años se había asumido capital del imperio Wari (700-1.100 aprox.) en estos valles, pero estudios recientes han concluido que esta ciudadela de más de 160 hectáreas, en el distrito de Chosica, pertenece al periodo tardío de la cultura Lima.

El cuerpo de información acumulado por el trabajo de arqueólogos como Ruth Shady, Inés del Águila o Isabel Flores, o de arquitectos como el mismo Gunther, Santiago Agurto Calvo o José Canziani, entre otros, ha significado un salto importante en el conocimiento de ese pasado; sin embargo, esta información hasta hoy no ha sido suficientemente difundida.

RECUPERAR Y DIFUNDIR

Hoy se tiene una idea más clara de esa línea de tiempo en términos de arquitectura monumental, que empieza unos 4.000 años atrás, y de manera ininterrumpida, arquitectónicamente hablando, desde hace unos 2.200 años hasta hoy. De esos majestuosos templos en U todavía quedan algunos ejemplos dispersos por los alrededores de la ciudad, todos en el más completo abandono. A ellos les sigue la llamada cultura Lima (200-600 d.C. aprox.), otro grupo humano de grandes constructores. Sus pirámides, levantadas con adobitos y la llamada técnica del librero, ocuparon los tres valles de Lima. Estas son algunas de las estructuras más grandes que conocemos, como la huaca San Marcos. Fue característico, por lo menos hasta 1535, la reutilización constante de estructuras previas por cada nueva cultura que ocupaba el lugar.

Así tenemos sitios como Maranga, Pucllana y Pachacamac, cuyos orígenes se sitúan antes del inicio de la cultura Lima y que sucesivas ocupaciones, como los wari, los ichma (1.110-1.450) o los incas, les dieron diferentes uso o añadieron capas de construcción.

Queda claro que, a pesar de todo lo destruido, Lima todavía está en condiciones de recuperar la majestuosidad de ese pasado arquitectónico. Esto podría ser incorporado dentro de una visión de desarrollo, proyectando la imagen de una ciudad milenaria.

Fuente: Diario El Comercio, suplemento "El Dominical". 13 de Noviembre del 2011.

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