miércoles, 22 de diciembre de 2010

Lima: Milenaria Ciudad del Pacífico. Oráculos, pirámides y valles.

Lima: Metrópoli milenaria

Recientes hallazgos etnográficos en la Amazonía confirman la existencia de una metrópoli debajo de la bulliciosa ciudad que es hoy Lima, que se estableció en torno al valle del río Rímac o “río hablador”. El relato oral de los antiguos yaneshas y asháninkas de la selva central, revela que hubo un contacto fluido con los habitantes de la costa desde tiempos muy antiguos y certifican la existencia de una monumental arquitectura con templos en forma de U, en donde se adoraba al mar y a la diosa Pocyena o Pucllana. En esta entrevista, Pedro Vargas Nalvarte, arqueólogo del Proyecto Arqueológico Huaca Pucllana nos brinda mayores luces sobre el origen de esta portentosa arquitectura, perdida en la noche de los tiempos, hace cuatro mil años.

-Los estudios arqueológicos de los últimos años en Lima, han transformado el conocimiento que había sobre Lima prehispánica

-Siempre hemos manejado la idea de una Lima colonial que empieza en la colonia y se mueve a la República y todo el pasado prehispánico queda en una especie de limbo, del cual los limeños no queremos saber, sin embargo, los trabajos que se han estado realizando en los últimos tiempos en sitios como Pucllana, Maranga y Pachacámac, nos están mostrando un mundo mucho más rico y amplio, no solo en espacio geográfico y complejidad social, sino también en el tiempo. Lo que estamos viendo ahora, es que si en la actualidad nos sorprendemos de que Lima sea una megaciudad que congrega gente de todo el Perú, es bastante interesante darnos cuenta que en la antigüedad también fue así. Que también concentró gente de muchos lugares. Que recibió influencia de muchos sitios y que supo transformarse en un eje promotor de desarrollo en esta zona. En la antigüedad, como sede de un oráculo como Pachacámac, en la actualidad, como capital de la República y anteriormente, como capital de un virreinato, pero es interesante ver que Lima siempre está siendo una especie de motor de desarrollo en toda esta zona. Esto sin menoscabo de Cusco, Chavín, Wari, centros de otras civilizaciones importantes en los Andes.

-¿Qué función tenía el oráculo de Pachacámac?

-El santuario de Pachacámac fue uno de los lugares más importantes de toda la costa prehispánica. El culto a esta divinidad de nombre Pachacámac que también fue un oráculo que daba respuestas a las consultas de los nobles, tuvo una importancia bastante grande, en el sentido que sus respuestas eran acertadas y atraía gente desde Tumbes y Piura por el norte, hasta Arica por el sur, y hacia el este, gente de la Amazonía. Tenemos referencias etnohistóricas y etnográficas de que gente de pueblos yaneshas y asháninkas, han estado en la costa central. Han venido al santuario de Pachacámac a intercambiar elementos e incluso han establecido vínculos fraternales de unidad en la costa. El doctor, Richard Chase Smith, del Instituto del Bien Común, quien ha trabajado con los yaneshas, ha logrado recopilar toda esta información valiosísima de la vida de los pobladores de la costa. Esta gente antigua de la costa todavía está presente en la mente de los ancianos yaneshas y son conocidos como “yuncas”, algo bastante parecido a la manera como los españoles se referían a los indígenas de la costa que eran conocidos como los yungas. Aparentemente, yaneshas, asháninkas y yuncas eran pueblos hermanos que vivían separados por la Cordillera de los Andes. La gente de la Amazonía narra acerca de caravanas, de viajes que realizan en ciertas temporadas del año (enero) hacia la costa.

-Una evidencia de esta tesis es la similitud de algunos nombres yaneshas como Pocyena para referirse a Pucllana

-El caso más interesante que se puede ver es que la Huaca Pucllana es descrita por los yaneshas, asháninkas como una divinidad femenina de nombre Pocyena que tiene poderes sobre el agua y sobre los seres que la habitan. Esta diosa del mar ocasiona enfermedades si no es bien servida. En ese sentido, la evidencia encontrada en la huaca durante su ocupación de la cultura Lima, se refiere a un culto básicamente dirigido al mar. Hay numerosas representaciones de seres marinos y una preeminencia de lo femenino, lo cual parece dar sustento a la versión yanesha de una divinidad femenina adorada en este lugar.

-¿Hay documentos sobre rituales ligados al mar?

-No muchos. Si vas a las crónicas de los textos que los españoles dejaron vas a encontrar escasa información de la costa porque quedaron asombrados con el poderío del imperio cusqueño. La arqueología esta viniendo a saldar esta especie de desconocimiento que hay de la costa y estamos encontrando que el desarrollo ha sido largo y complejo.

Primero los Limas (200 a 600 Dc.) luego los Wari, después el Señorío de Ishma que promovió el uso del santuario de Pachacámac, para luego ser conquistado por el Tahuantinsuyo. Pero tenemos evidencia que los rituales se hacían también con el uso de alucinógenos que estuvieron ligados al contacto con las divinidades como es el mar para poder obtener respuestas de ellas. El uso del floripondio fue bastante generalizado, pero hay referencia a otras yerbas y siempre la hoja de coca, usada como un medio de adivinación. Hay evidencias arqueológicas de que la costa es conocida por la presencia de sus sacerdotes ligados a cultos mágicos. La religión estaba bastante activa y había numerosa presencia de sacerdotes y sacerdotisas en Lima. Es por esta razón que fue satanizada por los españoles y muchos rituales de la costa se perdieron por los extirpadores de idolatrías.

-La abrumadora evidencia arqueológica nos obliga a reinventar la historia ¿Esto pasa por romper muchos mitos religiosos?

-No necesariamente podemos partir de una negación, sino simplemente de una afirmación.Esto es, hacer ver a la gente lo que no veíamos: todo lo que ocurrió antes de que Francisco Pizarro separe al centro de la plaza, de un curacazgo. Es decir, romper mitos históricos, más que religiosos, en el sentido que en el ideario de mucha gente Pizarro funda Lima en medio de una pampa baldía en donde no había nada, como lo demuestran los gráficos de historia.

Pero, en realidad Pizarro funda la “Ciudad de los Reyes”, en la mitad de la plaza de un curacazgo, donde estaba a cargo el curaca Taulichusco, donde había un palacio, un templo, corrales de llamas, depósitos y donde había un famoso oráculo llamado Rímac funcionando allí. Lo que hay que hacer es abrirle los ojos a la gente y mostrarle que Lima es más que un balcón colonial y una construcción republicana. Que es más que una tapada y un virrey Amat paseando con la Perricholi. Hay cosas más interesantes como la capacidad de integración de este territorio, como lo evidencia los contactos con los amazónicos yaneshas.

-Los restos más antiguos de arquitectura monumental en los valles de Lima son los templos en U que tienen como 4 mil años de antigüedad, pero hay un vacío entre los templos en U y los inicios de la cultura Lima. ¿Se sabe algo de ese periodo o es un período que no se está estudiando?

-Cuando hablamos de templos en U, hablamos de un desarrollo netamente costeño que va tener luego influencia de Chavín de Huantar. Es interesante, por que aquí no hay piedras para trabajar como en Chavín así que vamos a encontrar representaciones de barro adornando los templos.

Muchos de esos templos, se mantienen como Garagay o Cardal en Lurín, etc; pero son sitios que no han recibido mayor atención de parte de los especialistas o no se ha publicado los resultados de los trabajos. Cuando los templos en U desaparecen y dejan de ser usados por un motivo desconocido surge este vacío (alrededor de 400 años) hasta el desarrollo de la cultura Lima.

Esto no indica que no haya existido gente, pero sí hay una especie de ausencia de construcciones monumentales. Es muy probable que debajo de edificios Lima encontremos estructuras que correspondan a esos periodos. Recordemos que los antiguos construyen encima de un edificio anterior.

Por ejemplo, hay sitios como huaca Huallamarca que corresponden a ese momento, es una construcción monumental, sin embargo los trabajos aún no han recibido una atención predominante acerca de qué esta pasando en lo que son los inicios de la cultura Lima.

Ese vacío o ausencia de evidencias, nos puede estar indicando dos cosas: que la caída de los templos en U fue algo en cierta manera catastrófico que dio fin a todo un momento de la historia y que el pueblo de esta zona ha demorado en volver a desarrollarse otra vez; o nos está indicando que las costumbres cambiaron y que hasta que surja un poder fuerte que permita manejar una mano de obra tal que permita construir templos como los de Pucllana o Maranga ha tenido que pasar mucho tiempo.

-¿Con la evidencia arqueológica de los últimos años podemos afirmar que en el territorio de Lima ha habido un desarrollo urbano continuo de, por lo menos, dos mil años?

-Eso es perfectamente viable, pero tenemos que entender algo. Muchas personas piensan que para que una ciudad sea entendida como una continuidad tiene que estar exactamente en un solo sitio y crecer en un solo punto. Por ejemplo en la cultura Lima tenemos numerosos centros: Maranga, Pucllana, Cajamarquilla, Huaca Catalina, Pachacámac entre otros. ¿Implica eso que hay un manejo del espacio? Sí. Los sitios no están en cualquier lugar.

Ellos están aprovechando el territorio al máximo. Ello no quiere decir que uno puede afirmar que “lo que no está en un solo sitio no es una ciudad”. Eso seria algo tan absurdo como decir que Lima no puede tener vacíos como parques o campos. Estamos hablando de una unidad que tiene áreas de distintos usos. Sitios como Pucllana y Maranga estaban unidos por caminos extensos. Hay una comunicación entre todos estos centros que están formando una unidad. El desarrollo de Lima, particularmente desde el tiempo de los templos en U hasta la actualidad es una continuidad de cuatro mil años de valle habitado.

-¿Qué impacto tiene eso sobre la identidad de un pueblo, cuando no ha logrado incorporar todo ese legado de tres mil años en su noción de ser de ciudadano hoy día?

-Solamente por poner un ejemplo: uno va a Europa y le hablan de Roma “Ciudad Eterna”, uno va al Cusco y tiene una ciudad habitada durante un montón de tiempo. Y qué es lo que encontramos en esos dos casos: un orgullo y una identidad. Ahora, muchas veces se sataniza lo que es el “sentido de la identidad” y el orgullo por malos entendidos respecto de lo que es un nacionalismo, que se confunde con un chauvinismo. Pero, que una ciudad tenga identidad y tenga conciencia de lo que ha sido le permite proyectarse al futuro.

Qué papel tiene reconocerte miembro de una ciudad que tiene cuatro mil años de existencia, respecto de sentir simplemente que estás habitando un lugar en el cual tu no tienes ningún arraigo. Por citar un ejemplo: Qué vínculo puede tener un habitante de la Amazonía con Lima, si es que vislumbra Lima como una ciudad de españoles y luego la República etc.

Pero que podríamos pensar de un amazónico que sabe de una ciudad donde su propia gente ya venía y mantenía vínculos de hermandad con la gente de acá. Lima puede ser el eje de construcción de una manera distinta de entender al país y una manera de entender la híper variedad cultural del Perú.

Particularmente para mí es algo problemático cuando a veces queremos centrarlo todo en los Incas, pero no fue solo eso. Además, el Tahuantinsuyo no fue un Estado Monolítico sino pluriétnico multinacional.

-¿Qué recomendación le haría a la nueva alcaldesa de Lima o qué es lo prioritario en los próximos cuatro años en Lima?

-Enfocarnos en la cultura y la identidad de Lima, y creo que proclamarnos como Lima: Milenaria Ciudad del Pacífico, seria algo que fomentaría bastante, aparte de la identidad, el turismo y la atención del resto del mundo sobre Lima.

Siempre hemos sido la estrella del Pacífico durante mucho tiempo en la colonia y si nos ponemos a ver en tiempo pre hispánico también fue así, con el oráculo de Pachacamac.

Una recomendación pasa por tener conciencia de que hemos destruido el valle del Rímac para construir esta ciudad, estamos destruyendo el valle del Chillón para seguir levantando esta ciudad y el valle de Lurín también va por ese camino, entonces conservemos estos dos valles y recuperemos el valle del río Rímac donde funcionaba el oráculo. Pocas ciudades tienen un elemento como el río.

Otra recomendación sería, controlar la construcción de obras viales sin planificación que es una amenaza para las zonas arqueológicas de Lima. En la actualidad, los peruanos adolecemos de algo que lo llamaría así: una falta de sentido de la monumentalidad. Vemos todo desde una perspectiva tan pequeñita.

Dónde ha quedado esa capacidad de edificar una pirámide de 25 metros de alto y de 500 de largo y no solamente una, tenemos, Maranga, Huaca San Marcos, etc. Dónde está nuestra capacidad para eso. Ni siquiera sabemos que fuimos capaces de ello. Las empresas de construir grandes cosas públicas y privadas no esta tomando esas bases. Eso es algo que se debería recuperar y se puede recuperar.

Alberto Gonzáles Zamora
Colaborador

Fuente: Diario La Primera (Perú). 18 de noviembre del 2010.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Mitos y cultos solares en América: los Mayas y los Aztecas.

Culto al sol

Ritos prehispánicos. En la América precolombina, como en pocas partes del globo, el sol fue fervorosamente venerado. Con el antropólogo español Manuel Gutiérrez abordamos la especial importancia del astro rey para los mayas y aztecas.

Por: Enrique Sánchez Hernani

El sol fue para los mayas y aztecas el centro de su cosmología y ritualidad. Los aztecas le dedicaron sacrificios humanos convencidos de que así mantenían el orden del cosmos.

Manuel Gutiérrez Estévez, catedrático de Antropología de América en la Universidad Complutense de Madrid, es experto en cultos solares y participó, recientemente, en la conferencia “Mitos y cultos solares de Oriente y América”, en la Universidad Católica.

Censores del tiempo

“La cultura maya vivía absolutamente obsesionada por la medición del tiempo, esto no se daba con esa intensidad en los Andes”, comenta Gutiérrez. En los siglos IX y X, los mayas tenían un año solar más exacto que el de las sociedades europeas. No tenían años bisiestos pues su precisión no acumulaba márgenes de error. Los testimonios arqueológicos dan cuenta de que los mayas y los aztecas avanzaron mucho en la medición del tiempo: prueba de ello son los códices y los relatos míticos –en lengua náhuatl–, recogidos tras la conquista española. Gutiérrez sostiene que en América del Sur los incas tuvieron también un alto desarrollo en ese sentido, pero mucho más sutil. La importancia dada al sol por los incas se refleja, más bien, en su urbanismo, en una arquitectura concebida a partir del cosmos, en la que los movimientos del astro fueron determinantes.

Y se hizo jaguar

En Mesoamérica el culto solar era diurno y nocturno. El día y la noche se vivían con la misma intensidad. Los mayas creían que en la noche el sol se iba a recorrer el interior de la tierra.

En este reino de la muerte se convertía en un feroz jaguar que pasaba a ser Kinich Ahau, uno de los señores del inframundo. Este dios descendía a los infiernos con los rasgos de un felino que era metáfora de todo lo relacionado con las tinieblas. Al final de ese recorrido renacía el sol, vital y luminoso, cada mañana.

Rey de luz

Entre las leyendas mesoamericanas recogidas por Gutiérrez, el sol figura como dador de luz y calor, hace germinar y crecer las plantas y, al igual que su propio rey, es la luz para su pueblo. Fuera de su orden solo existía el caos, el horror y la muerte. Para estos antiguos pobladores de la América Central, así como el sol era hijo del cielo y de la tierra, su rey era hijo del cielo, un dios en sí mismo, y su acción era indispensable para la prosperidad, para las buenas cosechas y la fertilidad de las mujeres. El sol, como objeto venerado desapareció tras la Conquista y la evangelización, fusionándose con la figura de Cristo (Cristo-Sol).

Los nombres del sol en las distintas lenguas mayas son variaciones, o bien de kin -“sol” y también “día”-, o bien de kak o kakal, “fuego” o “ardiente”. El dios sol, en maya yucateco, es Kinich Ahau (Señor del Rostro del Sol). Existe un vocablo de enorme importancia religiosa: k’in: los sacerdotes fueron llamados “ah kin’ob” o lo que es lo mismo, “los del Sol”.

2012

Gutiérrez comenta la supuesta profecía maya del fin del mundo en el 2012 que simplemente es el fin y comienzo de un nuevo ciclo solar. “Esto ocurrirá realmente el 2014, pero la gente cree que será en el 2012 porque no toman en cuenta la reforma gregoriana del calendario. Lo que se sabe es que allí acaba un ‘bactum’ o ciclo temporal, nada más” . Enfatiza que nada tiene que ver con la concepción cristiana del Apocalipsis, como algunos sostienen. Para los aztecas, al momento de la Conquista se vivía un quinto sol (quinta era), antes de ello hubo cuatro “edades”. La medición luego se confundió con el fin de los tiempos “porque tenemos una perspectiva catastrofista del Universo”, explica el antropólogo español. Entre los pueblos nahuas del Altiplano central y, entre los mexicas o aztecas –comenta– es conocida la leyenda de los “cuatro soles” (o eras); cada uno regido por un dios diferente. La era presente es la del quinto sol y luego llegará la sexta y así sucesivamente: “no hay ningún misterio en ello”.

Fuente: Diario El Comercio, suplemento "El Dominical" (Perú). 14 de Noviembre del 2010.

martes, 12 de octubre de 2010

Los sarcófagos chachapoyas. Los patrones funerarios: el mausoleo (pukullo o chullpa en quechua) y el sarcófago o purun-machu.

Sarcófagos de Karajía. Complejo Arqueológico de Chípuric, departamento de Amazonas.

Rituales en la montaña

Sarcófagos de Karajía. Conozca el significado de estas sorprendentes representaciones de los chachapoyas, motivo principal del nuevo sol conmemorativo emitido por el BCR.

Por: Federico Kauffmann Doig (Arqueólogo e historiador)

Entre los antiguos peruanos, el culto a los muertos alcanzó ribetes excepcionales, a juzgar por el frondoso ritual que estos tributaban a sus difuntos. Lo demuestra el despliegue que pusieron en práctica para preservar el cadáver de sus seres queridos, momificándolos, o el cuidado especial que ponían en la construcción de moradas destinadas al eterno descanso.

Todo esto por cuanto dominaba firmemente la idea de que, de corromperse el cadáver, ya sea por putrefacción u otro agente destructor, concluía también la vida que experimentaba el ser amado más allá de la muerte.

De apariencia humana

En cuanto a los chachapoyas, moradores de los Andes amazónicos norteños y anteriores al incario, estos emplearon básicamente dos patrones funerarios: el mausoleo (pukullo o chullpa en quechua) y el sarcófago o purun-machu.

Los sarcófagos de los chachapoyas están conformados por una especie de gran cápsula de paredes construidas con tierra arcillosa mezclada con piedras pequeñas, algunos retazos de madera y paja brava o ichu.

Su apariencia —cabeza, busto y cuerpo— evoca los contornos de un ser humano. Por ser su interior vacuo, el sarcófago ofrece el espacio necesario para cobijar a un difunto ilustre: momificado, sentado y arropado con tejidos.

Así, convertido en un bulto funerario, el difunto era emplazado en su respectivo sarcófago o cápsula funeraria.

Nariz prominente

Los sarcófagos chachapoyas presentan diversas modalidades, por su forma y por su tamaño. Su difusión se limita a la margen izquierda del río Utcubamba, pues es una forma de sepulcro que no se repite en el resto del territorio andino. Debe subrayarse que el sarcófago chachapoyas imita el aspecto que adopta el fardo funerario de la etapa Tiahuanaco-Huari (Horizonte Medio). Esto se constata de modo particular en lo que se refiere a la cabeza de los sarcófagos chachapoyas conspicuos, los de Karajía, con sus mandíbulas exageradamente remarcadas, que al parecer calcaban las máscaras planas, de madera, plantadas por encima de los fardos funerarios Tiahuanaco-Huari.

Las cabezas de los sarcófagos chachapoyas eran modeladas en arcilla. Por lo mismo, observan una nariz saliente, ganchuda, al parecer alusiva a un pico de un ave de rapiña. Originalmente, todos los sarcófagos de Karajía lucían sobre sus cabezas un cráneo ritual que les confería majestad.

El antimonio

Los sarcófagos de Karajía fueron emplazados en una gruta en lo alto de un precipicio, la que era excavada ex profeso por el hombre. No necesariamente se recurría a este procedimiento para resguardarlos de buscadores de tesoros, ya que en el antiguo Perú había un profundo respeto por los difuntos.

Ni siquiera sus pertenencias debían ser tocadas, pues, según la creencia, todavía latente, el profanador podría sufrir la parálisis de alguno de sus miembros; hasta podía producirle la muerte por venganza del difunto. Esto popularmente se conoce como “antimonio”.

Protegidos contra el tiempo

El hecho de recurrir a lo alto de los precipicios debió ser inducido por el deseo de protegerlos de las injurias del tiempo. Ciertamente, al asomar la peña desnuda a la superficie, como es el caso del barranco de Karajía, aquello no da lugar a que crezca vegetación en el sitio, que al concentrar humedad atenta contra la conservación, especialmente del material orgánico.

Adicionalmente, en aquellas alturas, el viento sopla animadamente, y aminora así la excesiva humedad ambiental que impera en los Andes amazónicos.

¿Quiénes eran los constructores de los sarcófagos?

Eran los chachapoyas, cuyos ancestros, al comenzar la segunda mitad del primer milenio de nuestra era, debieron partir de zonas cordilleranas, premunidos así de cultura andina, para asentarse en los espacios norteños, correspondientes a la región de los Andes amazónicos.

Nosotros interpretamos que, como punto de partida, este fenómeno pudo obedecer a un proyecto estatal surgido en las postrimerías de la cultura Tiahuanaco-Huari, debido al aumento poblacional que por entonces se hacía cada vez más agudo.

Esta explosión demográfica presionó a diversos grupos a extender la frontera agrícola que tanto en la costa como en la cordillera ha sido en extremo reducida.

Fuente: Diario El Comercio, suplemento cultural "El Dominical". 8 de Agosto del 2010.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Conceptos básicos en Arqueología: Civilización, Estado y Ciudad.

CIVILIZACIÓN, ESTADO Y CIUDAD

Para comprender el desarrollo e importancia de las culturas andinas es necesario conocer tres conceptos importantes:

LA CIVILIZACIÓN

La Civilización se identifica por:

La disponibilidad de un excedente productivo para la movilización de ingente fuerza de trabajo en construcciones públicas y de élite.

La organización social compleja, con división del trabajo y distribución desigual del excedente.
Un gobierno estatal.

La habitabilidad en asentamientos urbanos con mejoras en la calidad de vida para una clase social.

Un avanzado conocimiento en ciencias exactas y predictivas como aritmética, geometría, física, medicina, astronomía, etc; y su aplicación en la tecnología agraria, en la construcción de edificios monumentales, en la medición del tiempo, en el manejo apropiado del territorio, en la administración pública, en los trabajos especializados, etc.

El cultivo de las artes y su expresión material en la elaboración de objetos diversos de uso suntuario.

La existencia de complejas y extensas redes de intercambio.

Las expresiones culturales compartidas por la población de un extenso territorio.

EL ESTADO

Forma de desarrollo de la sociedad caracterizada por el ejercicio del poder de parte de una clase social dominante sobre la población de un determinado territorio, que es organizada jerárquicamente y controlada por la fuerza militar o por la fuerza de la religión; con lo cual se asegura la perduración del sistema.

Una sociedad estatal supone la existencia de:

Una economía excedentaria: ya sea por sobretrabajo o por el desarrollo de los medios de producción para incrementar la productividad.

Una división social del trabajo y relaciones sociales de producción que enfatizan lo individual sobre lo social.

La apropiación por unos grupos del producto social o excedente, derivada de la división de la sociedad en clases, con sujetos apropiadores y sujetos expropiados.

El Estado cuenta con:

Un aparato, la burocracia político-religiosa para el control del excedente, la circulación de bienes y servicios, el uso de los recursos y para la ejecución de las diversas funciones y acciones.

LA CIUDAD

Tipo de asentamiento denso, diverso y permanente de individuos socialmente heterogéneos, donde se concentra el poder de los gobernantes, la burocracia y los servidores de éstos; es un centro de poder religioso, político y administrativo. Forma parte de un conjunto jerarquizado de asentamientos que muestra:

Cierta extensión territorial derivada de una concentración poblacional manifiesta en los complejos residenciales.

Diseño definido que denota planeamiento, zonificación y manejo organizado del espacio para su uso diferenciado, de parte de sus ocupantes, con connotaciones físicas o simbólicas.

Expresiones arquitectónicas diversas en relación con una división compleja del trabajo y la presencia de especialistas en diversas actividades productivas y de intercambio y donde el excedente se distribuye de modo desigual, según la posición de cada uno en el proceso social productivo.

Indicadores que reflejen la posición jerarquizada de sus ocupantes por estratos sociales: residencia de autoridad, especialistas, servidores.

Desarrollo de la arquitectura pública en concordancia con la presencia de instituciones: templos, palacios, para funciones religiosas, administrativas y políticas.

Evidencias de la prestación de servicios para el desarrollo de procesos productivos:calendario, obras públicas, irrigación y manejo de los campos de cultivo, intercambio de bienes con el exterior.

Fuente: Proyecto especial Caral-Perú (Ruth Shady).

domingo, 18 de julio de 2010

Visión histórica de la cultura Sicán o Lambayeque. El Spondylus, el Bosque de Pomac y la Confederación de jefes de linajes sicán.

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Conchas para el ave del agua

Por: Carlos Elera*

La cultura Sicán también es conocida como Lambayeque. Este ultimo topónimo significa: “A imagen y semejanza de Naymlap o Ñamlap”, cuyo nombre quiere decir Ave del Agua. La concha spondylus está presente en esta importante cultura costera.

Entre Pomac y las Pampas de Chaparrí —después denominada hacienda Batán Grande— se encuentran tanto el centro agrícola como el centro minero-metalúrgico que se inició con la cultura Sicán y continuó en uso hasta la época Chimú-Inca. Son los complejos agrícolas y minero-metalúrgicos más extensos y mejor conservados de América.

La economía y el molusco

La agricultura intensiva con regadío extenso; la metalurgia y orfebrería con iconografía de fuerte contenido religioso y un activo intercambio de recursos (uno de ellos el molusco bivalvo “Spondylus princeps”) de prestigio entre los antiguos peruanos, fueron los tres pilares económicos del poder de la Cultura Sicán, o Lambayeque, en su época de mayor prosperidad y esplendor (800 a 1150 d.C.).

Poder en el bosque

Estos tres pilares modelaron las estructuras de poder en los territorios bajo dominio de la jerarquizada élite Sicán, desde su centro o capital más importante: los Templos-Mausoleos del Núcleo Cultural Sicán del Santuario Histórico Bosque de Pomac.

Lo más representativo fueron sus representaciones predominantemente religiosas de los objetos de oro, plata, cobre arsenical y tumbaga (aleación de oro, plata y cobre); textiles pintados y ceramios, que provienen de las tumbas de élite en Pomac. Estas son las tumbas más suntuosas y ricas del antiguo Perú. Parte de esa riqueza es de spondylus, en grandes cantidades y de excepcionales tamaños.

Rutas de comercio

Uno de los pilares de la economía y poder político-religioso fue la interacción de Sicán o Lambayeque Medio con otras culturas a través de rutas marítimas y terrestres que cubrieron grandes distancias. ¿Fue realmente Sicán, durante el Horizonte Medio, quien tuvo un control exclusivo del molusco bivalvo Spondylus princeps y los caracoles Conus fergusoni extraídos de las aguas ecuatoriales?

Solo los dignatarios —cabezas de linajes sacralizados en vida y tras su muerte—, habrían controlado la distribución de bienes suntuarios y materias primas de status como el “Spondylus princeps”, que solo era accesible a escasos individuos.

Del mar a los andes

Las evidencias arqueológicas para el Horizonte Medio muestran la presencia del molusco y cerámica Sicán en el importante centro de extracción, procesamiento y distribución de la isla de La Plata, Manabí, Ecuador. Esto postula la tesis de que en los Andes Centrales —hoy Perú— hubo comercio marítimo a gran escala y a distancias considerables.

Sicán habría sido, a nivel de una confederación de jefes de linajes, quien controló la distribución del molusco desde su extracción hasta su transporte al centro de poder del Bosque de Pomac, o directamente hacia Pacatnamú, en el valle de Jequetepeque, o sitios Taitacantin de los valles de Moche y Virú, o Chimu Cápac en Supe, o finalmente Pachacámac, en el valle de Lurín.

Todo esto a través de una organizada red de conexiones económicas que fue la que encontraron los españoles en el siglo XVI y que desarticularon en los años posteriores, implantando una estructura política y económica diferente a la del hombre andino.

[*] Director del Museo Nacional Sicán / Presidente del Comité Gestión del Santuario Histórico Bosque de Pomac y Refugio de Vida Silvestre de Laquipampa.

Fuente: Diario El Comercio, Suplemento "El Dominical". 18 de Julio del 2010.

domingo, 14 de marzo de 2010

El arte textil en el antiguo Perú.

Diseño estilo paracas

El primer arte moderno es precolombino

La textilería precolombina, con su uso de diversas técnicas y materiales, con sus colores y diseños y su multiplicidad de formas, es considerada el “primer arte moderno del mundo”

Por: James W Reid

Para el gran escritor cubano Alejo Carpentier (1904-1980), América Latina es el continente de la “maravilla de lo real”, frase originada en 1949 en el prefacio de “El reino de este mundo”. Nada protagoniza mejor este sentido de magia, misterio y maravilla que la textilería precolombina peruana, creada en su mayoría por mujeres andinas. Hilando y tejiendo con increíble destreza, estas mujeres produjeron textiles cuyas hazañas técnicas son casi únicas en el mundo. Además de tejer, crear gasas, bordar y pintar, lograron algo extraordinario: el primer “collage” o “assemblage” del mundo, embelleciendo superficies llanas de lana o algodón con objetos tridimensionales como placas de metal, plumas y hasta semillas. Igualmente espectacular es la iconografía de sus diseños, tanto figurativo, pictográfico o abstracto.

Vanguardismo

Pueden apreciarse diseños y composiciones, similares a creaciones artísticas del siglo XX, quedando vindicadas como el primer arte moderno del mundo. Lo que hace más increíble este espíritu innovador de invención vanguardista, es que estas mujeres artistas precolombinas, estaban aisladas de otras civilizaciones —una situación muy diferente de aquella del mundo Mediterráneo, donde lazos unían Egipto con Grecia, Roma y el mundo bizantino.

Enigma de la creación

La sofisticación de su iconografía revela que muchos temas eran inspirados del ambiente, sobre todo de la flora y fauna, estructuras arquitectónicas y la topografía andina.

Pero hay desafíos gráficos y filosóficos que nos dejan perplejos. Por ejemplo: ¿cómo es que no se encuentran retratos realistas de personajes, como en tapices europeos del Renacimiento, del tipo que los ceramistas de moche ejecutaban con un realismo evocador del clasicismo griego? ¿Cómo es que no figuran en el arte textil temas sexuales y eróticos como ocurre en las cerámicas? ¿Podría explicarse eso por el papel subordinado de la mujer con relación al hombre o por mandato de sacerdotes, como en el caso de los amautas incaicos? Si podemos reconocer y apreciar los maravillosos textiles creados por las mujeres andinas artistas de antaño, queda mucho más escepticismo en lo que concierne a la inspiración usada para los símbolos y la significación de estos. Ese es el gran enigma que resalto en mi libro “Textiles precolombinos peruanos: el primer arte moderno”, (Editorial Ausonia, 2009), auspiciado por Textil Piura.

Leer los símbolos

Lamentablemente, no se ha encontrado hasta la fecha algo que permita la identificación de los muchos signos, símbolos y pictogramas usados en la iconografía textil del antiguo Perú. También es una lástima que tan importantes cronistas españoles como Garcilaso de la Vega o Guamán Poma de Ayala hayan dedicado poca atención en sus magníficas descripciones, al análisis de la iconografía textil. Es por eso que los trabajos dedicados de William Burns Glynn para descifrar ciertos misterios del Perú antiguo resultan tan admirables. Sus más notables obras son: “La escritura de los incas” (1981), “Legado de los amautas” (1990) y “Decodificación de los quipus” (2002).

Manos de mujer

Nunca las mujeres, en alguna civilización antigua, han legado a la posteridad una herencia tan ilustre y única, como aquella de las artistas de los tejidos del Perú precolombino. Es verdad que la Biblia nos habla de mujeres asombrosas, como la reina de Sheba, conocida por su habilidad política, o como Ruth, símbolo de coraje y valentía. También había mujeres prestigiosas como Hatsepsut, Nefertiti y Cleopatra en el antiguo Egipto, pero eran figuras políticas. También había mujeres extraordinarias como Afrodita y Atenea en la antigua Grecia, pero estas eran diosas mitológicas. Por estas razones, el Perú puede enorgullecerse por estas creadoras del pasado, precursoras del arte moderno.

+ Comparación

Durante una visita reciente al British Museum, en Londres, pude contemplar la Piedra Rosetta, descifrada al inicio del siglo XIX, tanto por el inglés Thomas Young (1773-1829) como el francés Jean-Francois Champollion (1790-1832). Los jeroglíficos contenidos en la piedra son una mezcla extraordinaria de sonidos fonéticos y pictogramas, lo que hizo posible su desciframiento, como la representación de un “gato” que combina tanto el sonido “miau” con el diseño visual del animal. Lamentablemente, no se ha encontrado hasta la fecha algo similar en la iconografía textil del antiguo Perú, que haga posible descifrar lo que esta pudiera contener.

Fuente: Diario El Comercio. Domingo 14 de Marzo del 2010.

jueves, 4 de marzo de 2010

Sucesiones y Correinados en el Tahuantinsuyo.

Las costumbres sucesorias en el mundo andino. (3ra parte)

Por: Eddy W. Romero Meza (Investigador)

Las intrigas, pactos y guerras fratricidas por alcanzar el poder, alcanzarán cierta estabilidad ante la aparición del “correinado” o “corregencia”, sistema introducido por Inca Roca, quien asocia a su gobierno al auki Yahuar Huaca, buscando así eliminar las luchas por el poder, dado la existencia ahora de un sucesor legítimo. Ante la muerte de Yahuar Huaca, los miembros más notables de las panacas (otro sistema de sucesión), convinieron en nombrar sucesor a Viracocha, quien a su vez elegirá como corregente al oscuro Inca Urco. En este periodo surge la figura del príncipe Cusi Yupanqui, quien ante la huída de Viracocha y Urco, a causa de una inminente invasión chanca, asume eficientemente el mando de los ejércitos, salvando así al Cusco de la destrucción. Sus sucesivas victorias, le dan el prestigio necesario para ser nombrado Inca por aclamación (otra forma de sucesión), dando paso a una etapa de expansión territorial que lleva a los incas a conformar el poderoso imperio del Tahuantinsuyo.

Según la tradición incaica de sucesión el príncipe adopta otro nombre al asumir la mascaipacha, es así como Cusi Yupanqui, se convierte en “Pachacútec”, el famoso fundador del enigmático Machu Picchu. Este personaje al igual que sus antecesores designara un hijo suyo como corregente, en este caso nos referimos a Amaru Yupanqui. Sin embargo pronto será remplazado por un hermano menor, Túpac Yupanqui. Esto obedeció a que este príncipe a diferencia de Amaru Yupanqui si poseía aptitudes para la guerra y las campañas de expansión (requisito importante para los señores incas). Relevante es sin embargo recordar, que Amaru Yupanqui nunca dejo de ocupar un alto rango en el imperio.

La destitución de Amaru Yupanqui, origino a decir de María Rostworowski, una confusión intencional del cronista mestizo Garcilaso de la Vega, quien incluye a un Inca Yupanqui, entre el gobierno de Pachacútec y Túpac Yupanqui. (sobre Garcilaso y sus ¿confusiones?, que responden en realidad a una visión sesgada y engañosa del imperio, pronto publicaremos otro artículo)

Para concluir habría que mencionar el complejo ascenso al poder de Huayna Cápac, quien por poseer una edad aún exigua, gobernó con un “coadjutor”, llamado Gualpaya, quien posteriormente fue borrado de la memoria oficial de gobernantes, según lo dispuesto por Huayna Cápac. Estos dos elementos : 1. La imposibilidad de que un menor, asuma el poder real entre los incas; y 2. La desaparición del recuerdo colectivo hacia algunos antecesores del inca gobernante por disposición oficial. Son hechos llenos de interés y por lo tanto materia de nuevas reflexiones.

Por su parte Huayna Cápac, asentado ya en Tumipampa (Ecuador), encontrara la muerte en sus campañas norteñas, no a causa de las guerras, sino por el arribo de enemigos invisibles. Nos referimos a las enfermedades introducidas por los hispanos a Sudamérica. A la repentina muerte del soberano, probablemente por viruela, hay que agregar la del sucesor elegido Ninancuyuchi, hecho que obligo a los nobles a procurar mantener la noticia como secreto, esto ante el peligro de que surjan sublevaciones (principalmente en el norte), dada la difícil coyuntura política. Pronto empezarían las intrigas y pugnas por el poder en el Cusco para determinar al próximo sucesor. Nuevamente la figura de la Coya (en este caso Raura Ocllo, madre de Huáscar), jugará un papel importante en la designación del soberano de las cuatro partes del mundo.

Texto publicado en la Revista educativa y cultural "Educrítica" N° 3 (2008).

domingo, 21 de febrero de 2010

Sistema de Sucesiones en el imperio de los Incas.

Las costumbres sucesorias en el mundo andino. (2da parte)

Por : Eddy W. Romero Meza

En tiempos tempranos, muchas veces el mando recaía sobre algún guerrero de valor y habilidad sobradamente demostrada. (recordemos a los Sinchis o jefes militares de los ayllus). Sin embargo esto que es generalizable a diversas etnías del mundo, toma visos diferentes en el Perú, dado el pronto surgimiento de complejos sistemas sucesorios. Así por ejemplo el criterio occidental de la primogenitura, no se toma en cuenta en la medida que muchos pueblos (el señorío chincha por ejemplo), prefieren escogen como señor o jefe, al más “virtuoso y competente”, sin importar que fuera hijo, tío, hermano o sobrino del gobernante fallecido.

Esta ausencia de primogenitura, se hace patente entre los señoríos de Piura, donde todos los hijos e hijas del curaca podían pretender el poder. Sobre esto último es interesante recordar las crónicas que mencionan la existencia en la costa norte, de mujeres principales o mujeres curaca, (hecho que origino gran admiración entre los conquistadores), quienes gobernaban bajo el titulo de “Capullanas”. Esto sumado a la enorme influencia que tuvo la Coya en las sucesiones incaicas, demuestra lo cuestionable y erróneo que es hablar de patriarcados en el mundo andino.

Otro ejemplo de sucesión, corresponde al señorío de Lambayeque, donde destacan las “sucesiones generacionales”, es decir la transmisión del mando de hermano a hermano antes de pasar a los hijos. El poder así podía ser asumido sucesivamente por los hermanos del gobernante fallecido, hasta pasar a alguno de sus vástagos.

La ausencia de leyes específicas sobre la herencia del poder, fue causa principal para el estallido de conflictos entre algunos pueblos de los andes. Fue el caso de los incas, dado que a la muerte del “hijo del sol” o sapa inca, las panacas reales se enfrascaban en duras luchas por hacerse del poder, siendo frecuente el aniquilamiento de algunos miembros del bando enemigo.

Los cronistas del siglo XVI, dieron por sentado que en el incario, heredaba la mascaipaicha el primogénito. Sin embargo debemos recordar que esta creencia, divulgada en Europa sobre todo por Garcilaso en los Comentarios Reales, obedece a la imperiosa necesidad del cronista de ajustar los hábitos sucesorios incaicos (matrilineales y colaterales), a una realidad donde la sucesión patrilineal era predominante.

Recordemos que entre los incas la herencia pasaba al hijo de la hermana del soberano, o sea la Coya (esposa real), la que poseía a su vez también ascendencia divina (y por ende un elemento legitimador para el futuro candidato a la borla imperial). Nótese que al hablar de Coya, no necesariamente se alude a la hermana de padre y madre del inca, sino también a una posible media hermana, prima o mujer de su linaje. La palabra panaca, proviene de pana (hermana), lo que nos lleva nuevamente a la idea de lo determinante que fue la Coya y las panacas reales (siempre exógamas y matrilineales) en la designación del nuevo gobernante de los cuatro suyos.


Texto publicado en la Revista educativa y cultural "Educrítica" N° 2 (2008).

sábado, 13 de febrero de 2010

LAS SUCESIONES INCAICAS.

Las costumbres sucesorias en el mundo andino. (1ra parte)

Por: Eddy W. Romero Meza

Desde hace miles de años, entre las diversas sociedades del mundo, las sucesiones han originado que incontables reinos o estados ingresen a complejas pugnas y defensas de intereses. Algunas veces los acuerdos y sistemas de alianzas entre bandos originaban sucesiones pacíficas, pero no pocas veces el desenlace iba unido a cruentos enfrentamientos o sanguinarias guerras civiles. Las culturas del antiguo Perú, no serán una excepción en la problemática del designamiento de nuevos mandos en los innumerables reinos y curacazgos.

Importantes estudiosos del tema, como la etnohistoriadora María Rostworowski, han descrito numerosos sistemas sucesorios aplicados entre los pueblos andinos. Lo que nos hace recordar también la imperiosa necesidad de olvidar los tradicionales sistemas de sucesión empleados por las monarquías europeas (primogenituras y mayorazgos), dado que corresponden a un esquema totalmente ajeno a la mentalidad andina. Lamentablemente este hecho fue soslayado por los cronistas de la época, y por ello es prudente tomar en cuenta lo afirmado por María Rostworowski: “debemos analizar las referencias suministradas por las crónicas, en lo posible con una visión andina, no europea. Esto no se debe a una postura antiespañola, sino simplemente a una comprensión de que lo andino y lo hispano poseen tradiciones muy particulares y distintas”, en este sentido igualmente absurdo seria pretender estudiar la historia europea desde una óptica andina.

En tiempos tempranos, muchas veces el mando recaía sobre algún guerrero de valor y habilidad sobradamente demostrada. (recordemos a los Sinchis o jefes militares de los ayllus). Sin embargo esto que es generalizable a diversas etnías del mundo, toma visos diferentes en el Perú, dado el pronto surgimiento de complejos sistemas sucesorios. Así por ejemplo el criterio occidental de la primogenitura, no se toma en cuenta en la medida que muchos pueblos (el señorío chincha por ejemplo), prefieren escogen como señor o jefe, al más “virtuoso y competente”, sin importar que fuera hijo, tio, hermano o sobrino del gobernante fallecido.

Esta ausencia de primogenitura, se hace patente entre los señoríos de Piura, donde todos los hijos e hijas del curaca podían pretender el poder. Sobre esto último es interesante recordar las crónicas que mencionan la existencia en la costa norte, de reinas o mujeres curaca, (hecho que originó gran admiración entre los conquistadores), quienes gobernaban bajo el titulo de “Capullanas”. Esto sumado a la enorme influencia que tuvo la Coya en las sucesiones incaicas, demuestra lo cuestionable y erróneo que es hablar de patriarcados en el mundo andino.

Otro ejemplo de sucesión, corresponde al señorío de Lambayeque, donde destacan las “sucesiones generacionales”, es decir la transmisión del mando de hermano a hermano antes de pasar a los hijos. El poder así podía ser asumido sucesivamente por los hermanos del gobernante fallecido, hasta pasar a alguno de sus vástagos.

La ausencia de leyes especificas sobre la herencia del poder, fue causa principal para el estallido de conflictos entre algunos pueblos de los andes. Fue el caso de los incas, dado que a la muerte del “hijo del sol” o sapa inca, las panacas reales se enfrascaban en duras luchas por hacerse del poder, siendo frecuente el aniquilamiento de algunos miembros del bando enemigo.

Los cronistas del siglo XVI, dieron por sentado que en el incario, heredaba la mascaipaicha el primogenito. Sin embargo debemos recordar que esta creencia, divulgada en Europa sobre todo por Garcilaso en los Comentarios Reales, obedece a la imperiosa necesidad del cronista de ajustar los hábitos sucesorios incaicos (matrilineales), a una realidad donde la sucesión patrilineal era predominante

Texto publicado en la Revista educativa y cultural "Educrítica" N° 1.